LA CRISIS DE DELITOS CONTRA EL MEDIO AMBIENTE

La explotación de recursos naturales durante los conflictos Tanto los parques y lugares clave en materia de biodiversidad como otros hábitats vulnerables están siendo sometidos a una explota- ción cada vez mayor por parte de los cazadores furtivos, entre ellos numerosas milicias y grupos armados no estatales. Estos grupos recaudan fondos a través de la explotación de recursos de fauna y flora silvestres, incluidos el marfil, los cuernos de rinoceronte, la piel de tigre, la lana Shahtoosh (procedente de los antílopes chirú o tibe- tanos ( Pantholops hodgsonii )) y la madera. En África Central y Meri- dional, los grupos armados aprovechan al máximo la caza furtiva y la explotación maderera para impulsar una importante variedad de movimientos armados. Los Yanyauid de Sudán y el Ejército de Resis- tencia del Señor (LRA, por sus siglas en inglés) cazan de manera furtiva elefantes tanto en África Central como en los países cercanos. Decenas de milicias matan tanto elefantes como hipopótamos, reco- lectan madera y producen o cobran impuestos por el carbón vegetal, todo ello con el objetivo de financiar conflictos en la República Demo- crática del Congo y en los países vecinos. La Resistencia Nacional Mozambiqueña (RENAMO) ha sido acusada de cazar de manera furtiva tanto elefantes como rinocerontes para así financiar su rena- ciente insurgencia. 53 Y lo mismo ocurre en Asia: la explotación de la fauna y flora silvestres financia a determinados grupos armados no estatales. Se ha denun- ciado que separatistas locales de Bangladesh vinculados a Al Qaeda así como otras milicias tribales de la India parecen estar implicados en el comercio ilegal de marfil, pieles de tigre y cuernos de rinoce-

ronte en el Sudeste Asiático. 54  Al Qaeda y la red Haqqani también han sido acusados de recaudar fondos a través del comercio y la explotación maderera. 55 A pesar de que existe un mayor nivel de concienciación con respecto a las conexiones entre los delitos contra la fauna y flora silvestres y la financiación de la criminalidad y del terrorismo, no se trata de un fenómeno nuevo. Los criminales también pueden aprovecharse de los conflictos en curso, culpando a las partes enfrentadas de la caza furtiva, o bien a la inversa. Habitualmente, las milicias armadas intentan adueñarse del control sobre los recursos naturales valiosos que existen en su territorio y se enfrentarán de manera feroz a cual- quiera que trate de interferir en sus asuntos o competir con ellos. No obstante, cuanto más lejos estén otros cazadores furtivos o delincuentes del epicentro de las zonas en conflicto, más probable resultará que culpen de la explotación ilegal de recursos naturales a las partes enfrentadas, teniendo en cuenta sobre todo que resulta muy improbable que los terroristas y las milicias se defiendan de las acusaciones. Hasta un 40% de los conflictos intraestatales de los últimos sesenta años han estado relacionados con los recursos naturales. 56  De entre los 34 lugares clave en materia de biodiversidad identificados en todo el mundo, el 80% ha sufrido algún tipo de conflicto importante durante aproximadamente el mismo periodo. 57  En la década de los setenta, más de 100 000 elefantes fueron presuntamente abatidos para financiar las guerras civiles de Angola y Mozambique. 58  Charles Taylor utilizó la madera como una fuente destacada de financiación

48

Made with