Droughts in the Anthropocene

Marruecos: captura de niebla en las montañas

Situada en el sudoeste de Marruecos, la región de Aït Baamrane se extiende a lo largo de las montañas Anti Atlas, con el océano Atlántico al oeste y el desierto del Sáhara al este. Se trata de una de las regiones más pobres de Marruecos, con bajos índices de alfabetización y dificultades para acceder a servicios de educación y salud adecuados. El pueblo bereber, que habita al pie de estas montañas, se dedica fundamentalmente al pastoreo y la agricultura, actividades que dependen en gran medida del agua. El acceso a fuentes de agua fiables plantea desde hace tiempo un desafío que limita las oportunidades de los vecinos para ganarse el sustento. Las sequías intermitentes, las escasas precipitaciones y la evapotranspiración a causa de los vientos cálidos y secos procedentes del desierto del Sáhara son comunes en el norte de África, pero en la región de Aït Baamrane el incremento de los cultivos en zonas con pocas precipitaciones y a los patrones cada vez más erráticos de estas, han hecho que el efecto de las sequías sea más intenso para la población local [1]. Las comunidades de la región dependen fuertemente de los pozos para obtener agua, así como de las cisternas colectoras de agua de lluvia. Tradicionalmente, la población excava pozos a mano a fin de disponer de agua para el hogar, pero ahora suelen utilizar perforadoras con las que alcanzan una mayor profundidad en los acuíferos, lo que ha provocado una extracción excesiva de aguas subterráneas y la contaminación de los acuíferos [2]. La sequía persistente y la ausencia de una infraestructura del agua apropiada han hecho sumamente vulnerables a las comunidades que viven en estas zonas. No solo escasea el agua en los pozos; la calidad del agua también es muy baja. En las muestras de agua se observan altas concentraciones de sulfatos y nitratos [1]. La carencia de agua limpia ha debilitado las estructuras sociales de numerosas comunidades bereberes. Ante las difíciles condiciones de vida, muchas familias han migrado a las ciudades. Entre las familias que resisten, muchos

de sus miembros en edad de trabajar —la mayoría varones— han emigrado internamente, dejando atrás a mujeres, niños y personas de edad. Así pues, las mujeres y las niñas soportan la carga de sostener el modo de vida tradicional y dedican hasta cuatro horas diarias a recoger agua de los pozos [3]. Sin embargo, es posible hallar una solución a los complejos retos de la escasez del agua, el desarrollo sostenible y la marginación en las montañas Anti Atlas. Las nubes que se acumulan en el océano Atlántico se desplazan hasta las montañas, donde se transforman en niebla, recurso que abunda durante seis meses del año. Dar Si Hmad, una organización no gubernamental local, colabora con varios asociados en la instalación de uno de los mayores sistemas del mundo de captación de agua de la niebla en el monte Boutmezguida. Este sistema ayuda a paliar la escasez de agua en beneficio de diversas comunidades locales [2]. El proyecto se ha diseñado y ejecutado en colaboración con miembros de la comunidad, investigadores y profesionales, y ha dado como resultado un sistema hidrológico innovador que reporta beneficios tangibles a la población rural. El sistema de recogida consiste en un conjunto de grandes redes de malla metálica conectado a canalones y depósitos. Dichas redes se sitúan en lo alto de las montañas y se orientan hacia el océano. El viento empuja la niebla contra las redes, que capturan la condensación. Las gotas de agua se recogen en los canalones situados en la parte inferior, y estos alimentan los depósitos. En condiciones óptimas de niebla, una red puede recoger hasta 22 litros de agua al día, y toda la instalación del monte Boutmezguida es capaz de suministrar en torno a 6.300 litros diarios [2]. Varias bombas alimentadas con energía solar distribuyen el agua por medio de tuberías subterráneas hasta los poblados cercanos, de modo que el sistema da servicio a alrededor de 500 personas. La niebla solía provocar el rechazo de las comunidades locales, debido a que los caminos hacia las praderas

se volvían resbaladizos y peligrosos, y los equipos se oxidaban. Hoy representa una fuente de agua sostenible y fiable. Gracias a la capacitación comunitaria y al fomento de la confianza, las mujeres asumen ahora la responsabilidad de gestionar estos sistemas hidrológicos. Con la instalación del sistema de captación de agua de la niebla ha mejorado el acceso al agua limpia y el saneamiento en las comunidades bereberes rurales, de manera que centenares de personas sienten menos preocupación por el agua y gozan de una fuente de agua potable de una calidad superior a la que impone la normativa nacional de salud [2]. Se contribuye así al desarrollo comunitario, los medios de vida sostenibles y la salud de la población local. Dar Si Hmad también ha puesto en marcha escuelas sobre el agua, en las que se explican a los niños prácticas sostenibles y el modo en que la disponibilidad o carencia de agua conforma el medio en el que viven [4]. El objetivo principal de estas escuelas es facultar a los niños y sus comunidades para que mejoren sus condiciones de vida. Dar Si Hmad está iniciando en este momento un proyecto de reciclaje de aguas residuales grises para la agricultura.

ESTADOS ÁRABES

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